jueves, 27 de noviembre de 2014

Una ciudadana de la calle consumía una Coca-Cola y un coco. Tenia colgado un collar de cobre en el cuello y un canotier, (como si tuviera una calabaza en la cabeza).

La chica causó el caos con aquel canotier, y el colgante de cobre. Se le veía cansada por la caminata de las calles y las cuestas, por las caravanas de los coches...se coló en  una cafetería a comer unos churros con chocolate. 

Iba de camino a correos, había conseguido una carta de su caballero Carlos. Se iban a casar en la catedral, al frete de la cruz y con el cura César, en 2015. Se iba a comprar el conjunto para el convite. ¡Estaba muy contenta! Era consciente de que su compromiso iba a causar conmoción entre los conocidos por la condición de condesa.